miércoles, 27 de abril de 2016

Delirios nocturnos 5


Contorno urbano
aspereza lunar
noche del alma

6 comentarios:

  1. ALgunas de esas pintadas las habrán realizado alumnos tuyos, je, je, de nuevo los azules y amarillos funcionan. Veo que estás acompañando tus fotos de poemas. Supongo que serán tuyos claro. ¿Que tipo de poemas son?, perdona pero soy un completo ignorante de las diferentes formas poéticas. Parecen Haikus a la japonesa no?

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  2. Sí, son un remedo de haikus, en la forma sí pero no en la esencia. El haiki es una combinación de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas. El verso central se llama kireji y marca la división del haiku. El verso final tiene que ser una sorpresa. El haiku tiene presente el tiempo, un momento del día, del año... Y se especializa, según entiendo yo en elementos de la naturaleza y no de entornos urbanos. No tengo ni idea de haikus. Es un verdadero arte muy difícil. Pero me ha parecido curioso introducir un juego urbano que remeda al haiku. Sí, son míos.

    Me gusta pensar que estoy influido por la estética de Cornellà. Cuando veo o leo algo demasiado delicado y tenue y romántico me suena raro. Mis chavales son ásperos, chillones, de barrio. De Sant Ildefons. Con eso está dicho todo je, je, je.. Me gusta tu risa. Un abrazo.

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  3. Los ocres vuelven, solo queda una pequeña constancia de la hora azul. Me gusta cuando entras en los detalles de los mil rincones que tu barrio, que como todos, estan por descubrir, o por lo menos verlos con otra mirada, en estos, la exigencia de la composición se hace mas necesaria, y en esta fotografía, para mi, que lo has conseguido sobradamente, el rincón graffitero, no tendría mas discurso si no fuera por lo que le acompaña, el árbol, el destello de la izquierda, y esta pequeña porción de azul del fondo.
    En fin, que una vez más, me da la sensación de que has trabajado, pensado, previamente antes de hacer la toma, con un notable resultado.

    A raiz de esto, recuerdo una anéctoda de una salida fotográfica, donde se comentaba la diferencia entre fotógrafos aficionados y fotógrafos profesionales o avanzados, los primeros cuando llegaban al punto de destino, bajaban del autocar y disparaban sus cámaras sin cesar y luego revisaban las fotos realizadas, los segundos daban paseos, vueltas y mas vueltas al lugar, hacían una foto y subían al autocar.

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    1. Lo cierto es que fui dos horas antes al lugar y estuve estudiando qué posibilidades tenía. Todavía había muchos coches. Es un polígono que por la noche se queda vacío. Vi las farolas que había, la iluminación, los posibles contraluces. Es cierto que es necesaria la planificación para este tipo de fotos que son más que espontaneidad, una puesta en escena, un equilibrio de posibilidades. No puedo decir que tuviera controladas todas las variantes, pero esta esquina tenía en su simplicidad elementos interesantes como has mencionado. La sorpresa es la gama de colores que retendría la cámara y cómo reflejaría las dos zonas, la ocre y la azulada.

      Me gusta la sensación de que algo aparentemente insignificante puede dar lugar, bien tratado a una foto con algún valor. Tus apreciaciones me son muy valiosas. Supongo que lo que se va afinando es pensar fotográficamente. Y eso me gusta.

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  4. El rincón del olvido.

    Tal como la muestras en su soledad y nocturnidad parece un espacio destinado a outsiders que la sociedad repelió.

    los muros ayudan a ello, y no solo por sus pintadas sino también por su altura que cierra prácticamente el encuadre dejando entrever que más allá hay otra vida y quizá una esperanza representada por el color azul.

    Y es muy curioso, y acertado, cómo el pequeño destello de luz logra compensar el peso del macizo tronco en la composición.

    Un abrazo Joselu.

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    1. El rincón del olvido, una bella forma de referir este espacio que yo conozco pero que en esta foto lo he descontextualizado para ofrecerlo a los lectores de imágenes. Entorno cerrado, luz naranja, que deja ver un horizonte más azul y esperanzador. Curiosa e interesante interpretación. No se me habría ocurrido. Ese destello me encanta. Es el que me mantiene en pie cuando las cosas se tuercen o la marejada amenaza con llevarme por delante, como estos días atrás.

      Un abrazo, Minimal.

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